Hoola a tod@s!!!!
Hacía ya tiempo que no sabíais de nosotros verdad?? Pues sí, la verdad es que entre el nuevo curro y este tiempo tan bueno que nos ha acompañado durante los últimos meses, pues tampoco nos ha dejado mucho tiempo para contaros historias. Porque, simplemente, no ha habido historias que contar. Pero, con el buen tiempo, los caracoles y los bikers sacan su cuernos al sol!!! Yyyyyy eso es lo que hemos hecho.
El sábado tocó barro. Y mucho, y cuando os digo mucho, como bien dijo Miguelón, podríamos llevarnos un poco para hacer un buen botijo, o dos, o tres... o casi una vajilla entera!!!
Pues como siempre.... por el principio. El sábado habíamos quedado a las 9:30 en la rotonda de las cruces. Como no sabíamos si venía Paco o su hermano, pues no tenía muy claro que hacer... Pues bien, el que vino fue Paco (con una chupa roja y un piratilla negro). Pues mira, es buen día para llanear y coge fondo, que falta nos hace, después del parón de lluvías.
Pues la mejor manera de llanear sin tocar carretera: La Redondilla. En fin, comenzamos dirección a las cruces, con un ritmo más bien tranquilo para no quemar todos los cartuchos desde el principio. Tomamos los caminos que ascienden hasta el bosque de ecualiptos, y esta vez, en lugar de descender la cuesta de barro bermejo, giramos a la derecha.
Laure propuso hacer un tanda de relevos, que nos salío más o menos... pero aquí ya el ritmo comenzó a subir. Desde aquí y girando a la izquierda subimos la primera cuesta que nos deja con la lengua en el suelo. ¡Pueñetera cuesta! Corta, sin gran complicación, salvo el final... que se pone muy muy cuesta arriba, y encima en forma de joroba... que jode aún más. Bueno, pues la pasamos cada uno a nuestro ritmo. Y comenzamos una bajadita muy entretenida, intentando llegar al campo del tío de Sara. Para llegar, tenemos que bajar una cuesta justo al lado de un olivar, que te deja poner la bici a mucha mucha velocidad. Pero esto casi nos cuesta un disgusto.
Bajando esta cuesta, justo a la mitad, las lluvias de estos meses han dejado un socavón muy muy peligroso. El primero que lo pasó fue Miguel, que gracias a su pericia con las motos de campo, le permitió sortearlo con un salto, más o menos agraciado. Luego, Laure, que pegó un buen brinco por la parte "más estrecha" por decirlo de algún modo, que le permitió hacer un vuelo digno de documental. Aunque le dio tiempo suficiente para avisarme y que parara, y a su vez yo pude avisar a Sara y Paco. Pero nos pegamos todos un buen susto. Joer con el socavón.
Pues pasado el obstáculo, decidimos salir al canal, pero esta vez, pasamos al otro lado de la carretera que lleva a Guareña, pasando por el viaducto. Desde allí cogemos una pista semiasfaltada, que nos lleva hasta la vía del tren, y cuando llegamos allí, comienza, la gracia. A la derecha o a la izquierda? Derecha, un camino que va dirección Guareña y que nos aleja de Medellín. Pues entonces a la izquierda. Mierda de camino!!!! Todo Barro rojo, sip. De ese que se pega, y se pega, y se pega... hasta que la bici no se mueve porque las ruedas están atascadas y pesa porque se le ha pegado cuatro o cinco kilos de barro!! Al principio, pudimos rodar algo, pero al final... imperó la lógica del barro. Pie a tierra y a paso de patinador. Y sin vuelta atrás! No había manera de que las zapatillas agarraran porque era tal la suela de barro que llevábamos que era imposible hacer otra cosa que deslizarse.
Por fin llegamos a un camino "sólido" y este fue el panorama:
Hacía ya tiempo que no sabíais de nosotros verdad?? Pues sí, la verdad es que entre el nuevo curro y este tiempo tan bueno que nos ha acompañado durante los últimos meses, pues tampoco nos ha dejado mucho tiempo para contaros historias. Porque, simplemente, no ha habido historias que contar. Pero, con el buen tiempo, los caracoles y los bikers sacan su cuernos al sol!!! Yyyyyy eso es lo que hemos hecho.
El sábado tocó barro. Y mucho, y cuando os digo mucho, como bien dijo Miguelón, podríamos llevarnos un poco para hacer un buen botijo, o dos, o tres... o casi una vajilla entera!!!
Pues como siempre.... por el principio. El sábado habíamos quedado a las 9:30 en la rotonda de las cruces. Como no sabíamos si venía Paco o su hermano, pues no tenía muy claro que hacer... Pues bien, el que vino fue Paco (con una chupa roja y un piratilla negro). Pues mira, es buen día para llanear y coge fondo, que falta nos hace, después del parón de lluvías.
Pues la mejor manera de llanear sin tocar carretera: La Redondilla. En fin, comenzamos dirección a las cruces, con un ritmo más bien tranquilo para no quemar todos los cartuchos desde el principio. Tomamos los caminos que ascienden hasta el bosque de ecualiptos, y esta vez, en lugar de descender la cuesta de barro bermejo, giramos a la derecha.
Laure propuso hacer un tanda de relevos, que nos salío más o menos... pero aquí ya el ritmo comenzó a subir. Desde aquí y girando a la izquierda subimos la primera cuesta que nos deja con la lengua en el suelo. ¡Pueñetera cuesta! Corta, sin gran complicación, salvo el final... que se pone muy muy cuesta arriba, y encima en forma de joroba... que jode aún más. Bueno, pues la pasamos cada uno a nuestro ritmo. Y comenzamos una bajadita muy entretenida, intentando llegar al campo del tío de Sara. Para llegar, tenemos que bajar una cuesta justo al lado de un olivar, que te deja poner la bici a mucha mucha velocidad. Pero esto casi nos cuesta un disgusto.
Bajando esta cuesta, justo a la mitad, las lluvias de estos meses han dejado un socavón muy muy peligroso. El primero que lo pasó fue Miguel, que gracias a su pericia con las motos de campo, le permitió sortearlo con un salto, más o menos agraciado. Luego, Laure, que pegó un buen brinco por la parte "más estrecha" por decirlo de algún modo, que le permitió hacer un vuelo digno de documental. Aunque le dio tiempo suficiente para avisarme y que parara, y a su vez yo pude avisar a Sara y Paco. Pero nos pegamos todos un buen susto. Joer con el socavón.
Pues pasado el obstáculo, decidimos salir al canal, pero esta vez, pasamos al otro lado de la carretera que lleva a Guareña, pasando por el viaducto. Desde allí cogemos una pista semiasfaltada, que nos lleva hasta la vía del tren, y cuando llegamos allí, comienza, la gracia. A la derecha o a la izquierda? Derecha, un camino que va dirección Guareña y que nos aleja de Medellín. Pues entonces a la izquierda. Mierda de camino!!!! Todo Barro rojo, sip. De ese que se pega, y se pega, y se pega... hasta que la bici no se mueve porque las ruedas están atascadas y pesa porque se le ha pegado cuatro o cinco kilos de barro!! Al principio, pudimos rodar algo, pero al final... imperó la lógica del barro. Pie a tierra y a paso de patinador. Y sin vuelta atrás! No había manera de que las zapatillas agarraran porque era tal la suela de barro que llevábamos que era imposible hacer otra cosa que deslizarse.
Por fin llegamos a un camino "sólido" y este fue el panorama:
Buscando palos o ramos con qué quitar el barro de las bicis y las suelas
Seguimos quitando barro, y quitando barro... y más barro
Fijaros como estaban las ruedas, a pesar de limpiarlas...
Laure y Miguel intentando quitarse todo el barro...
Véis como estaban la suelas??
Y las ruedas? Imposible rodar... imposible.Pues con este panorama, y después de 15-20 minutos quitando barro, pudimos proseguir la marcha. Nos jodió un poco la media, porque estabamos rodando muy bien... pero bueno, esto es la MTBike. Imprevistos y más imprevistos.
Ahora, ya sí. Ya estabamos camino de Medellín, y nuestro objetivo: La subida al Castillo. Como siempre, esta jodía subida, te pone el corazón a tope. Sobre todo la última curva a la derecha y los últimos 100 metros de ascensión. Joer, con la puñetera cuesta... Pulsaciones por las nubes, y piernas a tope, haciendo equilibrismo para girar en la última curva. Pero, al final subimos. Paquillo el hombre, andando, pero ¡coño que es su segunda salida!!! Bravo, tío!!! qué nunca te quedaste atrás. Foto para inmortalizar el evento:
Desde aquí, bajando con cierto cuidado, nos dirigimos para La Rendondilla. Pasamos por el camino que bordea la zona baja del castillo, y pasamos al otro lado del río, cogiendo los caminos que discurren entre los chalets. Multitud de charcos y baches... uf uf uf... equilibrios y buen ritmo. Al final, de este berenjenal salimos a la pista buena que lleva a la redondilla. Y aquí decidimos hacer una serie de velocidad a ver hasta dónde somos capaces de llevar a Paco. Al principio, comenzamos a 25 km/h, y fuimos ascendiendo hasta 27 para terminar en 30. Entre todos, le fuimos dando alas a Paco para que intentara aguantar la serie de velocidad. Y la aguantó muy bien, pero que muy bien. Pero lógicamente, al final el ritmo le pasó factura justo a unos 200 metros de la redondilla, que tuvo que bajar la velocidad, porque se quedó sin piernas. Después de esto, parada, agua y para DonBe. Más tranquilos, llegamos a Don Benito y paramos en la gasolinera a limpiar las bicis. Era demasiado el barro que levabamos para meter las bicis así en casa.Un buen día, con unos buenos pocos de kms, a muy buen ritmo. Paquito un 10. Se esforzó en todo momento por aguantar el ritmo fuerte que le pusimos, sin retrasar en ningún momento al grupo.
Y el día acabó aquí. Pero eso sí, quedaba el Domingo... Y, ¿cómo no aprovechar la nevadita que cayó estea semana en la Sierra de Bejar? ¿Que pacha Miguel... nos animamos a esquiar? Y anda que se echó el tío para atrás... ejejejeje. Bueno pues a las 6 del domingo (las 5 del sábado) ya estabamos en pie.. zzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZzzzzzzzz, que sueño!!!!!!! Sarilla, diciéndome y despotricándome.... -esto no es normal, quién me manda a mí, no tengo tanto vicio...-. Jejeje, luego tuvo que zamparse sus propias palabras. Recogemos a Miguel a las 6:30 y dirección a la Covatilla. Dos horas después, ya estabamos alquilando y sobre las 9:30 ya estabamos en pista.
Al principio del día, la nieve estaba un poco dura, pero se dejaba esquiar. Unas bajaditas para calentar y poner las piernas a punto para el día tan bueno de esquí que teníamos por delante. Bajada rápida y subida sin colas. Y así, durante toda la mañana. la Covatilla, desconocida: Sin colas, sin apenas gente, con la nieve bien, hasta las 12:00 que empezó a ponerse primavera. A las 12:30 parada para reponer fuerzas como uno de lomo-queso, tortilla y un tercero de bacon (no penséis mal... uno para cada uno!! aunque no se si hubieran caido si nos ponemos...). Un descansito bien merecido y para arriba. La nieve, ya si que estaba pucha de verdad... pero bueno, se dejaba esquiar. Tras un par de bajadas, decidimos ir hacia la natural... Muy chula!!! Sencilla, y con una rampa final o lo haces con un buen chus... o te toca remar de lo lindo (jejeje, verdad Miguel???? jejejeje). O también puedes probar tu maestría con el paso patinador... (jajajaja).
Joer que día más bueno!!!! Sin gente, una temperatura de la leche, sin viento, nieve en condiciones hasta casi el final, y tres amigos que disfrutaron más que un guarro en un charco!!!!!
Aquí os dejos testimonio de que fue así.
Saludos a tod@s. Y buenas huellas!!!!!!!
