La Berrea en el Cijara

Ayer estuvimos en la Reserva de Caza del Cijara, para ver la Berrea. Y como siempre este paraje nunca defrauda. Multitud de venados, y muchos, muchos machos con sus grandes cornamentas, una familia de jabalíes, cinco ciclistas y algunos problemas mecánicos hicieron de ayer un día inolvidable


Era un día, que se preveía bueno, bueno, bueno. Primero por la compañía: Hacía siglos que salíamos los cuatro juntos: Sara, Laure, Miguel y yo. Y con el aliciente además de contar entre nuestras filas con Seronbiker. Y Segundo, porque ir a la Reserva del Cijara nunca defrauda.

Pues nos ponemos tempranito en marcha, para llegar pronto a la Reserva. Sobre las 8 más o menos ya habíamos bajado las bicis y comenzamos a rodar. El día estaba claro, y la temperatura... coño!!!! Qué frío que hacía!!!! A 7 ºC!!!!! Y nosotros na más que con los manguitos... brrrrrr. Nos ponemos en marcha, y si paraos hacía frío, rodando ni os contamos. Vamos a subir el ritmo a ver si entramos en calor, pero ni por esas...

En los primeros kms, ya pudimos apreciar lo que nos ibamos a encontrar: multitud de machos con sus cornamentas en plena berrea! Así, pasamos el primer tramo hasta la entrada a la reserva... bicho pa'ca bicho pa'lla... mira, mira, mira... Una vez entramos en la reservera, la primera dificultad: Puerto Lobo. Es una subida sencilla, que a un ritmo normal se hace sin mayor problema. Como siempre delante Laure y Sara. Miguel, que se me queda atrás, le cojo para tirar de él, y Seronbiker, amigo de calentar poquito a poco, prefiere amoldarse a nuestro ritmo más lento.

Una vez arriba, de nuevo maravillados por el paisaje con el pinar y de fondo el pantano. Y claro, esas vistas y ese lugar emblemático requiere su reportaje particular:

En Puerto Lobo

En Puerto Lobo, la vistas nunca defraudan

Qué alguien duda? Pos que mire el cartel...

Una vez puestos en marcha, el ritmo comienza a subir. Sin ser un ritmo que desgaste, si que es más alto que la última vez que estuvimos. Y es que no parar, se nota y mucho. Y aunque hicimos paradas para fotos, no se hubo retrasos significativos.

Momentos para rodar y meditar

Seronbiker, que me ha quitado le mérito la japones más fotografiante del siglo (que lo tenía yo hasta hace bien poco), se "jartó" literalmente de sacar fotos. Y claro, tampoco iba a dejar que no saliera ni en una sola. Así que en los encuadres mejores, allí que le sacaba en el reportaje.

Seronbiker no dejó de maravillarse con el paisaje!

Se sucedían cuestas y bajadas, y llegamos a una de las cuestas más largas. Con buen firme, pero intensa, al final nos reagrupamos en la caseta ya famosa! Y claro, allí, toco risas y fotos. Fotos y más y más risas. Porque el descojone fue la tónica general del día.

Si es que nos lo pasamos demás de bien!!

Y que te parecen estos dos?????

El Llanero Solitario!

Qué sí, tío! Que puedes hacer panda con nosotros!

Una vez puestos en marcha llegamos al desvío a un mirador. Qué hacemos? Oye pues mira, vamos a verlo que llevamos buen ritmo. Pues ale, allí que nos encaramamos. Cual es nuestra sorpresa, que la torre de vigilancia de los forestales era una construcción curiosa y estaba además habitada! Le pedimos permiso al forestal para subir, el cuál amablemente nos dijo que aquello era de todos y que podiamos acceder sin problemas. De esto que entramos y nos invadío un olorcillo... uhmmmmm, que olor!!!! Joe, el tío estaba preparando unos filetes con patatas para comer... madre mía que hambre!!!!
Subimos a lo alto, para admirar el paisaje. Las escaleras tenían su cosa y sobre todo el tramo final! Mira que eran curiosas. Tenemos fotos. Y claro también fotos del momento y del paisaje! Creo que sobran las palabras...

Hasta aquí llegaba el olor... a filetes con patatas!

Y eso que estaba el campo seco! Desde el primer puesto de observación.

Seco, seco, seco.

Qué nos gustan los filetes!!!!

Y es que nos reimos... más de la cuenta. Alguien lo duda?

Desde el mirador, daba igual el balcón, las vistas eran alucinantes!

Cuidaito con las escaleras! Curiosas, curiosas...

He bajao, y no me escornao!

Subidas y bajadas se sucedían una tras otra, y al poco tiempo ya estabamos enfilando hacia el mirador del pantano. A todo esto ciervos y más ciervos. Hembras que se nos cruzaban y más y más! Era un espectáculo verlos saltando por un lado por el otro! Y todo el rato mira para allí, mira para acá! El ascenso al mirador fue muy divertido, y en una de las bajadas, se me cruzó un hembra de venado que si hubiera apretado el paso hasta la podía haber acariciado... Vaya unos bichos tan bonitos. En esto que Sara dice, "mirad, mirad!!!"... sí, pero a dónde? Y de repente, nos sale una familia de jabalies, corriendo por medio del camino! Al menos tres hembras y 7 u 8 rayones! Pero fotos ni una... a la velocidad del rayo es imposible!

Al mirador del pantano

Ya en el mirador, pues tocó almuerzo triste y patético de barritas, dátiles, plátanos... etc, en comparación con los filetes con patatas claro!

Y como he ido a parar yo aquí?!?!?

Bueno, pues una vez avituallados, volvemos a nuestra marcha dirección al Centro de Interpretación... bajada "casi accidentada", porque Miguel casi se nos esnafra con los frenos nuevos, y al poco Sara nos para a todos y nos dice "ehhhhh que he pinchado". Otra vez??? bueno, menos val que con las tubeless.... hinchamos la rueda y seguimos. Al poco, "oye que esto se sigue desinflando..." Qué raro, no??? Con la cubierta totalmente deshinchada, ahora qué hacemos? que si está mal talonada, que no se ve agujero de pinchazo, que si le ponemos una cámara... Pues ni fuimos capaces de talonarlar, ni encontramos pinchazo y pa colmo las cámaras disponibles eran de válvula ancha. Total que mi "guerrera" dice que se va andando ella sola a Helechosa. Tas loca mujer! Me iré yo no vayamos a tener un disgusto por estos parajes dejaos de la mano de dios. Cogió mi bici (y le bajé un poco el sillín), y se fueron los cuatro para intentar llegar cuanto antes al coche, y mientras, yo iba andandito hasta Helechosa...

El desastre...

Al principio, el paseito agradable, viendo bichos, escuchándolos entre el bosque, a la sombrita... Pero amigos, fue salir a la "mierda" de carretera que está sin terminar y empezó el calvario. Seis kilometrazos me esperaban andando a plena solana, con los coches a tó trapo por la gravilla, y sin que ni un alma se dignara a parar a ver si me pasaba algo. Vosotros que pensariais si viseis a un ciclista pertrechado como tal andando por la carretera y con la bici al lado... Coño por lo menos preguntar si te ocurre algo!?!?! Vamos que hasta al GC pasó de largo!!!

Llegué al centro de interpretación y había una especie de romería con espectáculo incluido. Un sitio difícil donde dejar la bici a la vista, y que no despareciera. Le pregunto a dos municipales (qué figuras!!!) a cuánto quedaba Helechosa... Nada 3 kms... juerrrrrr y que calor hacía. Como pá quitarme el pañuelo!

Fijaros porque hay bichos al fondo!!!

Andando, andando, pude eschuchar la berrea, ver ciervos, más coches, pero alguién que me auxiliara... nanai...

Como a los 600-700 m del centro, escucho una voz "oye, para Helechosa??", miro y coño!!!! si es Miguel y con mi bici???? Y este que hace aquí... Me dió la explicación. Después de subir hasta lo alto de la sierra para coger el camino vivero, Sara dice que el sillín está bajo. Lo sube, se pone a apretarlo... y crack, a tomar por saco el cierre del sillín! Y claro, le tuvo que prestar Miguel su bici... eso sí con el compromiso de no romper ninguna más! Bueno, por lo menos los últimos 2,5 kms no los haría a solas conmigo mismo! Charla ymás charla nos llevó hasta Helechosa, y justo cuando llegamos, comienzan a aparecer las furgonetas vacías y las pick-up... pa meá y no echar gota. Allí no sentamos en un hotel, y claro, pues a beber cervecilla pa reponer los líquidos... Y que jarras señores!!!! Y mi mujé sin venir... y nosotros sin cobertura del movil, sin dinero, y venga a pedir jarras... Me veo fregando platos. Menos mal que sobre las 15:00 aparecío mi santa. Salvados por la campana, decidimos comer allí. Mucho y bueno! Y aunque con un mal entendido en la cuenta, por lo demás perfecto! Un día genial, a pesar del final. que como siempre queda en los anales de nuestras experiencias vividas. De todos modos volveremos por del Cijara. Sinceramente es uno de los sitios que más me gusta visitar con la bici. La próxima, en invierno. Con bien de frío, y día soleado, después de algo de lluvia. Os iremos contando!!!!! Nos vemos por los caminos!!!

6 km andando con el desastre... ahhhhh... que caló máaaaama!!!!!!!