domingo, 13 de noviembre de 2011

Y tras varios años... encontré a mi demonio.


Que pasa con vuestro cuerpo? Cómo estáis queridos lectores? Espero que os duelan las piernas como a mí, porque hoy nos hemos dado algo de estopa y es lo que tiene.

Os preguntaréis el porque de título. Pues bien, hoy después de varios años intentando encontrar el sitio donde hace unos años me caí cerca de Sierra Utrera, y me disloqué y fracturé el hombro. Han sido varios años buscando el sitio, pero nada, no fue posible encontrarlo.... hasta hoy! Y hoy me que quitado un peazo espina.



Hoy solo salimos Sara, Laure y yo. El resto, en el banquillo con diferentes dolencias. El objetivo era ir dirección a las minas de San Nicolas, y girar hacira Sierra Utrera para volver por el camino que hay entre los eucaliptos. Salimos a las 9:00 con una temperatura muy agradable. Dirección a los eucaliptos, nos ibamos diciendo cómo estará la cuesta de Barro Bermejo... Pues bien, estaba de lujo. Mejor que nunca, en serio. Tras una bajada muy rápida, nos dirigimos dirección al badén, sin que el barro, que estaba duro, nos impidiera rodar a buen ritmo. El arroyo ya traía agua, así que ese fue el primer chapuzón de este invierno! El del badén, el segundo. Y así, dejamos atrás todos los chapuzones posibles.

Una vez pasado el badén giramos a hacia la izquierda, y nos dirigimos dirección hacia la zona de la Zafrilla, y el cortijo de Juan Gómez (o algo así pone en una pared). Algún charco, pero nada relevante. Una vez dejamos atrás el cortijo, comienza el camino mas divertido. Un camino en relativamente buen estado, nos lleva hasta la primer dificultad: una cuesta de barro rojo que la otra vez ya nos sacó los higadillos. Y esta vez, algo parecido. Eso sí, la tierra estaba buena, porque como hubiera estado húmeda, como dijo Laure, "nos llevamos pegado barro como para hacer en casa un botijo!!". Pero como os digo no fue así. Eso sí, la cuestita tiene su miga, no os creaís!

Después, una bajada y otra subidita, y llegamos al sitio más bonito. Un alto que deja ver de fondo la falda de Sierra Utrera y los campos de labor, que ya dejaban la sementera a la vista. Con lo cual, el verde del campo esta en plena flor!!! Como se ha notada estas lluvias... Si hasta las jaras tenían mejor cara!!.


Desde aquí una bajada tope y en el cruce a la derecha. Y es ahí, donde nos detuvimos a comentar la jugada que provocó mi caida hace años. Porque fue exactamente allí. Y al igual que yo, tanto Sara como Laure no se podían explicar cómo me pude caer. Porque no hay piedras, ni rotos en el camino ni nada. De todos modos pasamos con la bici por allí, y para mí fue una gran sensación el poder circular sin miedo ni sensación de inseguridad. Al contrario, se notan los km encima de la burra.

El camino que seguimos es muy muy muy entretenido. Piedras vistas, piedras sueltas, firme duro y compactado, charcos y allí llegamos a la "zona de baños". Jejejeje. Un gran charco que ocupaba todo el camino, de un color rojillo sospechoso... Uhmmm podremos pasar. Venga lo que haga falta! Me desengacho un pedal, cambio largo y a pasarlo!!! Primeros metros ok... pero en esto que la rueda de delante se comienza a hundir uuuuuhhhh que me caigo, que me caigo!! zas, que me caí, en pleno charco! Total, que terminé hasta los codos de barro, con la bici medio sumergida y un ostión con el manillar en la rodilla.

Después de unas risas, y de joer.. no haber grabado el paso.. de nuevo nos pusimos en marcha. Y el camino, pues tenía más charcos, pero bueno, pudimos pasar. Y así, poco a poco, llegamos hasta la puerta de sierra Utrera. Un platanito, un saludo a los de la peña "la pájara" de Guareña, y continuamos.


Ascendemos para adentrarnos entre las jaras, y llegar a los eucaliptos... y de repente, un cazador colocando un cartel de "peligro-montería". Menos mal que nos advirtió el chaval, muy amablemente. Así que decidimos dar la vuelta. Y volver por el camino hecho. Y joer, vaya airazo que se levantó!! Nos cruzamos con un chaval de los Perdíos (se me ha olvidado tu nombre, y mira que lo siento) que iba con un par e colegas. Charla, un saludo y vuelta para casa. Eso sí, penando porque el aire era fuerte, cuanto más a campo abierto, más fuerte soplaba de costado y más duro se nos hacía pedalear.

Llegamos a Don Benito, con las piernas cargadas, y un bufff... de madre mía, lo que nos ha costado llegar. Hoy ha sido una jornada de unos 60 km, en la que nos hemos estrenado con el agua, el barro y hoy he bajado la cuesta de mi ostión... Eso y que la ruta es una auténtica maravilla. Preciosa! Muy recomendable. Ya os pondré fotos y el track, por si quereis hacerla.

Nos vemos por esos caminos!!!! Hasta luego amig@s!!!!

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