martes, 13 de noviembre de 2012

Por Sierra Utrera desde Manchita


Pues como dijo Sara, bien merece un pequeña crónica la ruta del domingo. Tres kañas y un perdío fuimos hasta Manchita con el coche, dispuestos a pasar una mañana por Sierra Utrera. La idea: saltarnos los km demás que tiene llegar hasta la sierra y emplear ese tiempo en recorrer la sierra por otros sitios que no fueran los de siempre. Ataviados con el GPS y un ruta, chula aunque un tanto enrevesada, comenzamos a las 9:00 en Manchita.


Aunque la mañana estaba fregquita, nos ataviamos pal frío y ale... pero los primeros metros ya nos decían que nos ibamos a encontrar: barro, barro y más barro. La salida del pueblo nos lleva por caminos que conocemos, hasta que más o menos a mitad de recorrido, el track nos desvía a la derecha. Y aquí comienza lo más bonito de todo el recorrido. Es un camino, lleno de charcos gigantes de barro, piedras y agua, entre encinas y con un ambiente y paisaje espectacular. Tanto, que no pudimos dejar de hacer fotos.


La verdad es que nos sorprendió encontrarnos con un entorno tan espectacular... que callados se lo tenían estos de Manchita. Pasar por los charcos fue toda una aventura y una auténtica lotería. Una veces pasaba primero uno, luego otro, porque no sabíamos si nos hundiríamos o cruzariamos o nos bañariamos... jejejeje.


En muchas ocasiones, y con tranquilidad, los charcos se pasan, aunque no mojarse los pies, fue una tarea prácticamente imposible porque algunos de los charcos eran auténticas bañeras de barro.


El ritmo que llevabamos era lento... muy lento, pero es que tampoco se podía rodar mucho más deprisa. La bici se agarraba al barro, mucho rato de equilibrio por cms  de barro, y mucha incetidumbre... pasaremos o nos caeremos? Y mucho rato de pararnos a ver como estaba de bonito todo aquello.


Y tanto, va el cántaro a la fuente que al final... pues tenía que ocurrir. En uno de los charcos, que se preveía más o menos transitable, Barna pasa y la rueda de atrás le produce un derrapazo... lo sortea bien, pero yo que voy detrás, la rueda trasera se me resvala y al final me voy al suelo... o más bien la charco, y claro, baño de barro fino, fino, fino. Joeeerr... como me puse. Pero lo  mejor, fueron el rato que se estuvieron descojonando todos estos de mí. No hubo documento gráfico del evento, ya que me levante con tal rapidez, que no hubo tiempo de desenfundar las cámaras... pero en mi mente, en mi ropa y en sus retinas estará grabada para siempre... vaya baño me dí!!!!


Seguimos serpenteando por los caminos y al final llegamos ya a la sierra, donde nos encontramos con esta sorpresa. Una especie de charca convertida en pantano debido a las copiosas lluvias de estas últimas semanas. Pena del color barro el agua... pero de verdad que merece la pena visitarla para contemplar el paisaje.


Desde aquí, llegamos una especie de refugio (que más parece una parada de bus) y zona de recreo, con multitud de domingueros en busca de setas y moteros, estos últimos no fuimos capaz de despegarnos de ellos en toda la mañana.


Desde aquí cogemos un camino que sigue de frente, y que tras una bajada interesante, nos lleva a un repecho apañao... que no sabemos bien hasta donde nos llevaría, porque no teniamos ni idea de por donde andábamos. Subiendo y subiendo, llegamos a un rellano, que nos dejaba una bajadita chula chula... oho ho.... espera que nos hemos equivocado... joeeer... vuelta para atrás, y subidita de regalo... pos estamos pa eso!!!!

Al final retomamos el camino, y llegamos a un lugar conocido por todos nosotros, la entrada a la bajada por los eucaliptos.Aquí, debimos tomar una decisión. O bajamos por donde conocemos hasta la subida al castillo, o bien seguimos el track a riesgo de estar dando vueltas por la sierra hasta las tantas. Y como eran ya las 11:00 y queriamos estar en DonBe a una hora prudente, pues descenso por os eucaliptos. La bajada divertida, mejor que subirla.. jejeje. Y tras bajar, el rampón para ascender al castillo. Allí avituallamiento y foticos.


La verdad es que siempre te sorprende el paisaje que se aprecia desde el castillo. Parece mentira que lo tengamos a menos de 20 minutos en coche... Una joya que se debe preservar.


No tuvimos otro remedio que echarnos fotos y más fotos... y es que el sitio invita a ello. Aquí los cuatro jinetes...

Para volver a Manchita, decidimos tirar por donde conociamos. Y en esto que bajando entre pinares, vemos que en un rellano, salen unos moteros de entre las encinas. Y esto que el Barna dice, "coño si hay trialeras!!!". Se tira o no se tira??? Más o menos sabiamos donde podía salir... así que se tira... que huevos tiene el tío. Yo le vi desde el camino, como aquello se empinaba... y me dije... este tío se mata fijo! Yo continué el camino hasta la caseta blanca, y un poco preocupado porque se alejaba bastante de donde estaba Barna. Al llegar abajo, donde Sara y Laure me esperaban, vi que había un camino a la derecha que debía ser donde terminaba la trialera. Les dije que iba a buscarle, y nada, no hizo falta. El Barna apareció al momento, justo cuando comenzaba la búsqueda. Venía, emocionado, es poco. El chute de adrenalina que había tenido le puso una sonrisa de oreja a oreja que no se le quitó en todo el camino.

Con el puñetero ruido de las motos y el olor tan "agradable" a aceite y gasolina quemada, nos volvimos para Manchita. La vuelta, pues igual que la ida, barro barro y más barro, charcos inmensos y en algunos no hubo más remedio que bajarse.

Y así, hasta llegar al pueblo. Allí, un paisano le dejó a Barna una manguerita para quitar un poco el barro de la bici, de las zapatas, y hasta de las cejas!!!

Buena ruta, corta (apenas 35 km) pero muy intensa, y como siempre la mejor compañía. El Barna que es un crack el tío. Y de Sara y laure, pos que deciros...

Bueno amig@s, esto es lo que dió de sí el día de hoy. Mucho barro, algún baño antiarrugas y unos paisajes que solo puedes disfrutar en nuestra tierra y por estas fechas. Os recomiendo hacer la ruta. en breve os cuelgo el track.

Nos vemos por esos caminos!!!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario