Variante Helipuerto a La Cabra

Hola de nuevo a tod@s!!

Parece que de nuevo volvemos a la normalidad y el gusanillo comienza a ser cada vez más fuerte... Eso ya de perderse un finde de BTT... ufff va a ser difícil, porque se están afrontados rutas fuertes, así, sin anestesia ni nada.

Por seguir con nuestra hoja de ruta marcada, este fin de semana teniamos programada subida al helipuerto. Aunque, sshhhh, Sara y yo teníamos en mente otra cosilla, jejejejeje.

Pues nada, los cuatro que últimamente nos juntamos Sara, Laure, Carmen y yo quedamos a las 9:30 del sábado, en la rotonda de Las Cruces. El ritmo de inicio fue flojito, poco a poco, y hasta llegar a los eucaliptos (dirección el Valle), todo transcurrió sin incidentes.

Esta es la ruta en el mapa. Podéis apreciar la variante que habitualmente hacemos (en rojo)

La ruta sobre las imágenes satélite de la zona

Bajamos la cuesta de barro bermejo, la cual da la sensación de que el firme lo han arreglado, al menos, un poco. Continuamos por el camino de siempre que nos lleva hasta el encinar, y desde allí giramos a la izquierda dirección a la carretera.

Aquí podéis ver el detalle del perfil

Por la carretera, y a poco menos de 1 km, encontramos la cancela que marca el inicio de partida hacia el Helipuerto. Con cuidadito, hacemos el cruce de la carretera y pasamos las bicis al otro lado de la cancela. Comenzamos el ascenso!!! Primero, Laure, seguido de Sara y yo, y algo más retrasada Carmen. Pero bueno, el camino no tenía pérdida, así que... tiramos para arriba!! Poco a poco, la cuesta se va empinando, y no es que le firme ayudara mucho, uf uf uf, joel.. parece que otra vez se me va a atragantar!!! Pero bueno, al final llegamos al final del primer repecho. Aquí, paramos un minuto, y soltar la noticia bomba: Nos vamos para la Cabra!!! Otia!!! Jejeje, no se lo esperaban ni Laure y Carmen!!! Carmen, como no sabía a donde iba, pues como que le dio un poco igual. Y Laure, bueno pues... como no era el plan preestablecido, tuvo su primer conato de vena "grandmother", pero fue leve, porque al final la idea le moló.

Y aquí entra la variante. En vez de subir al helipuerto, rodear la sierra y llegar a la entrada del camino que lleva hasta La Cabra, directamente tomamos el camino que habitualmente bajamos cuando hacemos el recorrido que os hemos dicho antes. Realmente, el camino es una cuesta que de forma gradual y con una pendiente no excesivamente intensa, asciende entre un espectáculo de la zona, como son los pinares por los que transcurre. De verdad, que es digno de rodar por ese pinar. Una pena que no vimos ni un solo ciervo. Pues nada, comenzamos a subir, y el orden de subida, el mismo que antes, aunque yo me quedé algo más retrasado para intentar conectar a Carmen con el resto del grupo. Pero vamos a tener que trabajar algo más ese ritmo de subida, porque hay que aumentarlo, porque si no, cualquier día se nos hace de noche por ahí, por el monte, jejejeje. A base de tirones, para no dejar a Carmen por ahí, llegamos al rellano en el que nos encontramos un cartel de la Junta de Extremadura y que da acceso al camino que asciende hasta la cabra.

Aquí el paisaje ya cambia. Del verde intenso de los pinos, al verde de los eucaliptos. De una pista más o menos en condiciones, a un camino que está en peor estado del que recuerdo. La pendiente no es especialmente intensa, aunque tienes algunos repechetes que con tanta piedra suelta, no nos lo puso fácil. El ritmo era bueno, pero teníamos que bajarlo de vez en cuando, porque Carmen se nos descolgaba. El paisaje, eso sí, era tal cual lo recordaba. Grandioso. Realmente, ir por la cresta de la sierra dejando la vaguada a la izquierda, con pinos y eucaliptos es algo que hay que verlo. Os recomiendo que si podéis, hagáis esta ruta por este lado. De todos modos, Laure empezó a sentirse algo indispuesto, aunque no parecía nada serio.

Y por fin llegamos a la caseta de La Cabra!!! Paramos un ratito a esperar a Carmen, y cuando nos juntamos... qué hacemos? Y si subimos hasta la torre? Ufff... Laure no me puso muy buena cara, y Carmen, como la pobre no sabía a donde la llevabamos, pues no dijo nada. Pero claro, al final insistimos tanto Sara y yo, que ... cumplimos con la última parte de la sorpresa. Ale, al Monte Arrauzales!!! Pues que ya llevabamos unos pocos de km subiendo (en total desde que se comienza a subir el helipuerto y hasta la torre de vigilancia son 11 km aproximadamente), y viendo que Laure y Sara metieron la directa, me puse un ritmo cómodo un desarrollo largo, y a subir!!! Efectivamente, la cuesta era tal como la recordaba. Dos repechos de aupa, entre los cuales una curva que te deja el cuerpo tiritando... cojo la curva a la derecha, y ... otia! Pero si Laure está andando? Comol? Lo mismo me está dando el tabardillo? Joerrr... voy con la bici acercándome, y efectivamente, Laure tuvo que echar pie a tierra. Más malo que la leche y con su orgullo herido cual corazón de guerrero (vaya cursilada!), el tío terminó el ascenso andando. -Qué te ha pasado? -Pues, una pajaruela en toda regla: sudor frío, ganas de vomitar y la cabeza que se le va a uno, y con el cuerpo más cortado que un tarro de mayonesa. Cuando llegó arriba, le ayudamos con la bici, el casco y la mochila porque traía la cara como un papel de fumar (de blanco, claro). Un ratito sentado a la sombra, un platanito y unos datiles, hicieron magia. Pues nada, reponemos todos fuerzas y nos vamos, que empezamos ha quedarnos fríos. Pero antes unas fotos para inmortalizar el momento, que no siempre sube uno allí arriba.




En la bajada, dandole ya un poquito de leña al mono, y parada de nuevo en la caseta de la cabra, para que esta muchacha pudiera dejar inmortalizado su paso por allí. Aunque la semana que viene, volvemos, jejejejeje.

Comenzamos el descenso de la cabra, y como siempre la pista está genial después de los destrozos de este invierno pasado. Tras un rápido descenso, llegamos al camino de acceso a la cabra, el cual está bastante mejor que lo recordaba. Por las lluvias, este invierno y primavera, el camino se había quedado sin cubierta de tierra, por lo que las piedras eran el único firme. Y la verdad que se hacía insufrible ir a la Cabra por aquí. Con mejor firme, metimos la directa, y nos movimos con ligereza hasta salir al camino que lleva a la Mina del Lobo. Pero en vez de volver por él, decidimos ir dirección La Haba.

Comenzamos el camino, con algún descenso rapido, pero con cuidado: mucho banco de arena que se clavaba al rueda de la bici, y mucha regatera sin arreglar del invierno. Ibamos rodando a buen ritmo, cuando.... zaaaassssssss... Laure que se me va al sueo, y Carmen que iba pegadito a él (esa distancia de seguridad!!!), pues o se lo lleva puesto o se tira... Optó por lo mejor, no pasarle por encima, y al final, pues los dos al suelo. Vaya leche tan tonta!!! Parece que al entrar en una parte del camino, había una rodada y en el desnivel, junto con la arena, la rueda delantera se le resvaló hacia el interior de la rodada y al suelo. Recuento de heridas de guerra: espalda magullada, codo y brazo rozado, el pie trabado entre el cuadro y la rueda delantera (cómo coño metería allí el pie?!?), y un cuerno (de la bici, capullos!!!) que hubo que ponerlo en su sitio. Por lo demás, el susto de verle allí tumbado y las risas que nos echamos después... jejejejeje. Eso sí inmortalizamos sus "heridillas de guerra":




Después de limpiar los rozones con agua, y comentar que ya el cansancio iba haciendo mella, volvimos a la marcha. Una sucesión de repechos y bajadas, nos llevaron, no sin esfuerzo, hasta La Haba. Cruzamos el pueblo, y en la carretera de Don Benito, tomamos el camino a la derecha. Aquí, pusimo ya un buen ritmo, porque era demasiado tarde (madre mía casi cuatro horas para hacer 50 km...). Y aunque Carmen se nos iba quedando atrás (ya había mucho acumulado en las piernas), había que mantener el ritmo. Los repechos ya se iban convirtiendo en algo más, y el aire en contra no ayudaba... pero no cejamos. Llegamos a Don Benito, sobre la 13:30 aproximadamente.

Una ruta, no excesivamente larga, intensa en cuanto a cuestas (21 km acumulados y una subida de 11 km por la Lapa), a un ritmo demasiado bajo. Conclusiones a sacar, pues que cansados es cuando ocurren los accidentes, que mi Carmenchuli tiene que apretar el culo en las cuestas porque si no un día de estos se nos queda en medio del monte (ese ritmo!!!!) y que somos de fácil convencer cuando nos meten la gusa de subir a donde sea!!!!

Una ruta preciosa, que la semana que viene haremos al revés, como preliminar de la ruta a Sierra Utrera.

Nos vemos por los caminos!!!!!

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1215849